Atento a este diálogo entre dos amigos (y olvida la norma ortográfica oficial por unos
momentos…)
—Hola! 😁
—ey! k tal te va! cómo llevas este 🥵 ????
— 😰😰 qué infiernooooo 👹👿
—Total! te aviso porque hemos quedado para ir un rato a la 🏖️ y a tomar unas 🍻
—😢
—uy! Es verdad! 💩💩 no me acordaba que el viernes tienes el examen de 🚑🚑🤦🏻♀️
—Ya ves… otra vez será 😁
Suficiente.
Tres ideas al respecto:
- Has entendido perfectamente la conversación sin necesidad de palabras.
2. Los dos amigos tienen mucha confianza.
3. No te resulta nada extraño ver caras y figuras entre las letras.
O lo que es lo mismo: los emoticonos forman parte de nuestra vida desde hace tiempo.
Somos seres sociales.
Venimos programados de serie para establecer vínculos con otras personas y sentirnos identificados e integrados en una comunidad. Las emociones forman parte de ese pegamento social y siempre están presente, de manera explícita o implícita, al comunicarnos.
La persona que lee un texto desconoce por lo general en qué tono está escrito. No ve al autor, por lo que no percibe su lenguaje corporal ni los matices de su voz. Aunque cuidar la expresión escrita sigue siendo más que recomendable, cuando tenemos una restricción física de textos es muy fácil generar ambigüedad y crear confusión.
Piensa en lo fácil que es crear un fuego en Twitter o cuántos malentendidos has tenido
en WhatsApp, y cómo lo que querías decir se interpretó en otro sentido.
¿Es que estaba mal escrito?
No necesariamente. Ese texto, tan corto, sin los metadatos del registro vocal, la entonación o las pausas, cambia de significado.
Metadatos emocionales
Para solucionar el problema los emojis han venido a complementar esa carencia y a comunicar mejor nuestras intenciones.
Fíjate en la diferencia:
—No quiero verte más 🤣
—No quiero verte más 🤪
—No quiero verte más 😔
Los emojis se han convertido en uno de los medios de expresión digital más apreciados, hasta el punto de tenerlos incorporados en nuestro lenguaje habitual; de hecho es más probable sentir empatía hacia alguien que los utiliza.
El estudio de Adobe “Future of Creativity: 2022 Global Emoji Trend Report”, nos aporta algunos datos interesantes:
- El 91% de los 10.000 usuarios encuestados afirman que los emojis les ayudan a expresarse con mayor facilidad.
- El 82% opina que debería haber más emojis.
- El 73% de los encuestados cree que incluir emojis en los mensajes les hace ser más guays, simpáticos y divertidos, e incluso que caen mejor y son más creíbles.
Economía del lenguaje
Existe otro motivo por el que los emoticonos funcionan tan bien: la brevedad. Nos encantan las palabras cortas, y nada hay más corto que un símbolo. Todo lo que sea abreviar el lenguaje y las expresiones agiliza la lectura y la comprensión.
¿Conoces la ley de Zipf?
La desarrolló un lingüista americano que señaló cómo las palabras cortas son las más utilizadas en cualquier lenguaje, tanto humano como animal.
Interesante, ¿verdad?
Y es que tendemos a la simplificación de manera natural.
Cuidado, que los emojis los carga
el 👿
Una de las conclusiones más interesantes del estudio de Adobe es que los emojis no siempre significan lo que los usuarios creen y que, además, su significado está en constante cambio. De hecho, se estima que casi la mitad de los usuarios globales los utilizan de forma diferente a su significado original.
Y también hay filias y fobias…
¿Los 5 más populares?
😂 , 👍🏻 , 🤣 ,❤️ y 😘
¿Los más odiados?
💩 , 🤬 y 😊
¿Y los más incomprendidos?
🤠, 🍒 y 🙃
Por ejemplo, 🙃 se usa para indicar un error, como ¡uy! o ¡ups! Aunque también podría utilizarse 🤭 , ¿no te parece?
Pues según la emojipedia, significa “ironía, sarcasmo, broma o simplemente darle un toque tonto y diferente a una conversación”.
Así que, ya sabes… ¡A estudiar!
Los emojis y la comunicación en
salud
Los emoticonos forman parte del lenguaje natural de los espacios digitales. Podemos utilizarlos para conectar con nuestros clientes a nivel emocional sin problema, pero hay que observar algunas normas básicas.
Recordemos que los espacios de salud son entornos sensibles. Atendemos a personas con problemas de muy distinto alcance y debemos ser muy claros con el mensaje que transmitimos. Una cosa es la conexión emocional y otra la frivolidad manifiesta.
Sin duda, recomendamos un uso controlado y siempre acorde con el contexto y el perfil del paciente, para no generar equívocos o ambigüedades y no poner en duda nuestra profesionalidad.
Según el grado de formalidad en la comunicación es recomendable no usarlos. Si bien con algunos segmentos como la población infantil pueden ser muy adecuados para proporcionar tranquilidad y confort.
La idea de fondo que debemos tener muy clara es si usar emoticonos mejora o empeora nuestra comunicación o si potencia o resta a nuestra marca.
¡¡Cuidado con esto, no sea que te metas en un 🍆🍆🍆🍆🍆🍆 !!!
Fuente:
Curiosamente los emojis me salen como «?» excepto ❤.
No distinguir el sentido de tres frases iguales con diferentes emojis debe ser similar a la experiencia con los lectores de pantalla. Otro aspecto de su uso a tener en cuenta.